Cuando padres e hijos tienen TDAH

El tratamiento para mamá o papá también puede ser importante para los niños

Caroline Miller

Es una historia que escuchamos regularmente: A un niño se le diagnostica TDAH y uno de sus padres, reconociendo los síntomas, se da cuenta de que él (o ella) también tiene el trastorno.

A menudo es una sorpresa para la mamá o el papá, pero para los médicos no es sorprendente. “Sabemos que el TDAH es muy familiar”, explica Mark Stein, psicólogo clínico y director del Programa de TDAH y Trastornos Relacionados (Clínica PEARL) en el Hospital de Niños de Seattle. “Eso significa que el 25 por ciento de los padres de los niños que diagnosticamos lo van a tener”.

Tampoco es sorpresa para el Dr. Stein que muchos padres que cumplen los criterios para el TDAH no lo sepan y no hayan sido diagnosticados. Todavía hay una buena cantidad de estigma y falta de entendimiento que rodea a los adultos con TDAH.

Las madres y los padres con TDAH no diagnosticado a menudo se ven abrumados por las demandas de la crianza de los hijos y tienen dificultades para suplir las necesidades de sus hijos. Al carecer de habilidades de organización, es posible que les resulte estresante mantenerse al día con los horarios de sus hijos y manejar su comportamiento. Pero en el caso de las madres, es más probable que las traten por depresión en vez de TDAH, señala el Dr. Stein, que también es profesor de psiquiatría y ciencias del comportamiento en la Universidad de Washington.

Este error es desafortunado, agrega el Dr. Stein, porque tratar el TDAH, que está acentuando sus problemas, les beneficiaría tanto a ellos como a sus hijos.

Los estudios demuestran que la intervención en niños con TDAH tiende a ser menos eficaz cuando el padre a cargo del cuidado de dichos niños también tiene TDAH. El tratamiento de los medicamentos requiere de mucha organización de los padres para hacer citas, lidiar con el seguro, recoger medicamento en la farmacia, asegurarse de que los niños tomen sus medicamentos y monitorear los efectos secundarios, y el tratamiento del niño es menos eficaz si el régimen del tratamiento no se cumple de forma constante.

El tratamiento conductual en niños con TDAH también es menos efectivo cuando los padres tienen TDAH. “Hay una serie de estudios que analizan el entrenamiento conductual de los padres”, señala el Dr. Stein, “y el mayor predictor de que puede no haber respuesta al tratamiento es cuando uno de los padres tiene TDAH”.

Mamás con TDAH

Es especialmente común que las madres descubran que tienen TDAH que no fue diagnosticado cuando eran niñas. Eso es porque el TDAH se presenta en los dos géneros de manera diferente. Las mujeres tienden a tener el tipo desatento de TDAH, en lugar de los tipos hiperactivos/impulsivos o combinados. Estas mujeres pueden haber sido crónicamente desorganizadas y haber tenido un rendimiento insuficiente en la escuela, pero como no son tan propensas a ser problemáticas, pasaron desapercibidas más a menudo.

“Cuando vemos a las mamás que están muy estresadas, con múltiples demandas de cosas tanto en su trabajo como en su vida familiar, tendemos a pensar en ansiedad o depresión”, añade David Anderson, psicólogo clínico y director del Centro de Trastornos del Comportamiento y TDAH en el Child Mind Institute. “Eso es porque asociamos la depresión y la ansiedad más con su género, en lugar de ver el déficit subyacente, el TDAH, que hace que les sea difícil manejar todas esas cosas”.

“Todo el tiempo, escuchamos a los padres decir que se sienten fracasados porque saben lo que tienen que hacer, pero luego llevarlo a cabo es tan difícil”, señala el Dr. Anderson. “Gestinar la logística, recordar todo; se sienten muy mal acerca de sí mismos”.

Para un padre que tiene TDAH, obtener un diagnóstico en sí puede ayudar a reducir la culpa y aliviar el estrés. “Muchos adultos con TDAH no se dan cuenta de que tienen TDAH”, dice el Dr. Stein. “No saben por qué han tenido dificultades en la escuela, y tal vez en el trabajo y quizás en su matrimonio, y en la crianza de sus hijos. Están desmoralizados y frustrados”. “Con un diagnóstico”, añade, “en lugar de culparse a sí mismos y pensar que es un fracaso moral, entienden que tienen un desorden genético, al igual que el de su hijo”.

Tratar a los padres con TDAH

Obtener tratamiento para un padre con TDAH puede mejorar las habilidades parentales de esa persona y reducir el estrés en toda la familia, señala Stein. El tratamiento para el TDAH a menudo involucra medicamentos estimulantes, pero también puede incluir terapia conductual. “Usted es capaz de organizarse mejor y dar a los niños más atención enfocada”, explica el Dr. Stein. “Los pacientes informan que de repente se sienten menos abrumados, y pueden estar más relajados y cómodos con sus hijos”.

Cuando su equipo trabaja con familias en las que tanto un padre como un niño tienen TDAH, explica el Dr. Anderson, el equipo hace un inventario con el padre, para hablar de fortalezas y debilidades. “Queremos ser aliados con ellos desde el principio, para averiguar cómo apoyarlos tanto a ellos como a su hijo”. Los padres que evalúan sus propias capacidades ayudan al equipo a elaborar estrategias para ayudarles a tener éxito.

Cómo manejar el comportamiento problemático en niños con TDAH

Uno de los retos de los padres con niños con TDAH es que estos niños a menudo tienen graves problemas de conducta. Tienen baja tolerancia a la frustración y son propensos a berrinches y estallidos cuando las cosas no salen como esperan. Responder eficazmente a este tipo de comportamiento es difícil para todos los padres, pero más aún para alguien con TDAH.

El manejo exitoso del comportamiento del niño requiere que los padres sean constantes y tranquilos, y mantengan sus propias emociones fuera de la ecuación. Los padres deben prestar mucha atención y responder positivamente a las conductas que desean fomentar. Y necesitan evitar reaccionar emocionalmente a comportamientos que son problemáticos. Ninguna de estas cosas es fácil si usted tiene TDAH.

Pero cuando los padres reciben tratamiento para su propio TDAH, la investigación muestra que mejoran sus habilidades de manejo del comportamiento, lo que lleva a un aumento en las interacciones positivas entre padres e hijos y una dirección más eficaz para sus hijos. Por lo tanto, el tratamiento del TDAH del cuidador puede ser una parte de vital importancia para ayudar al niño a superar los problemas de conducta.

¿Quién diagnostica y trata el TDAH para adultos?

El Dr. Stein ve una escasez de profesionales que se sientan cómodos diagnosticando y tratando a adultos con TDAH. “Creo que el TDAH está donde estaba la depresión hace 15 años, cuando solía ser algo que sólo los psiquiatras trataban. Luego se convirtió en atención primaria, y ahora, los médicos de atención primaria hacen pruebas de rutina  para identificarlo. El TDAH es muy común, pero rara vez se hacen pruebas en adultos”.

El Dr. Stein señala que los médicos reciben mucho más entrenamiento en el diagnóstico de la depresión y la prescripción de antidepresivos que en el diagnóstico y tratamiento del TDAH. Además de eso, pueden sentirse incómodos prescribiendomedicamentos estimulantes porque les preocupa el  posible abuso.

Y las organizaciones que tratan a niños con TDAH se muestran recelosas de incluir a los padres en su cobertura. “La medicina de familia debe ser un lugar que debe trabajar para eso,” el Dr. Stein argumenta, “pero, recalco, hay esta incomodidad con el uso de estimulantes, que es más probable que se pruebe con un antidepresivo”.

Esta brecha en el sistema médico, añade, demuestra por qué, para los trastornos del desarrollo que duran toda la vida como el autismo y el TDAH, “necesitamos clínicas de por vida”.

 

Caroline Miller is the editorial director of the Child Mind Institute. She is a veteran magazine, newspaper and website editor who was editor-in-chief of New York Magazine, which draws 2 million unique visitors a month. She teaches magazine writing at the Arthur J. Carter Journalism Institute, a graduate program at New York University.

Miller’s magazine experience also includes stints as editor-in-chief of Seventeen and Lear’s. Earlier, she was executive editor of Varietyand culture and features editor at Newsday. Her first daily newspaper experience was at the Ithaca Journal, where she was a reporter, city editor and then editorial page editor.

With her husband, Eric Himmel, Miller edited SEPTEMBER 11, 2001, a best-selling book of photographs that chronicled the terrorist attack on the World Trade Center and the following weeks in the lives of New Yorkers. The book sold out its print run of 60,000 copies and raised $250,000 for the September 11 Fund.

Miller graduated with distinction from Stanford University in 1970; she received a master’s degree in education from Reed College. She resides in Manhattan with her husband, Eric Himmel, the editor-in-chief of Harry N. Abrams, the art book publishing house. The couple has three children.

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