Trastorno desafiante por oposición (TDO)
por Josephine Elia MD,
Las estimaciones de prevalencia del trastorno desafiante por oposición varían ampliamente porque los criterios diagnósticos son muy subjetivos; la prevalencia en niños y adolescentes puede ser hasta del 15%. Antes de la pubertad, los varones afectados superan mucho a las niñas; después de la pubertad, la diferencia se hace menor.
Si bien en ocasiones el trastorno desafiante por oposición (TDO) se considera una versión leve del trastorno de conducta, las similitudes entre los 2 trastornos son sólo superficiales. El signo distintivo de este trastorno es un estilo interpersonal caracterizado por irritabilidad y desafío. En cambio, los niños con un trastorno de conducta parecen carecer de conciencia y violan reiteradamente los derechos de los demás (p. ej., acosándolos, amenazándolos o lesionándolos, siendo crueles con animales), a veces sin ninguna evidencia de irritabilidad.
Se desconoce la etiología del trastorno desafiante por oposición, pero es probable que sea más frecuente en niños de familias en las cuales los adultos participan en discusiones enérgicas sus conflictos interpersonales. Este diagnóstico no debe considerarse un trastorno circunscripto, sino más bien una indicación de problemas subyacentes que pueden requerir mayor investigación y tratamiento.
Signos y síntomas
Por lo general, los niños con trastorno desafiante por oposición tienden a presentar las siguientes manifestaciones:
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Pierden la calma con facilidad y de manera reiterada
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Discuten con adultos
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Desafían a los adultos
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Se niegan a obedecer reglas
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Molestan deliberadamente a las personas
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Culpan a otros de sus propios errores o mala conducta
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Se molestan y se enojan con facilidad
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Son maliciosos o vengativos
Muchos niños afectados también carecen de aptitudes sociales.
Diagnóstico
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Criterios clínicos
Se diagnostica trastorno desafiante por oposición si los niños han tenido ≥ 4 de los síntomas mencionados durante por lo menos 6 meses. Asimismo, los síntomas deben ser graves y disruptivos.
El trastorno desafiante por oposición debe ser distinguido de los siguientes cuadros, que pueden causar síntomas similares:
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Comportamientos de oposición leves o moderados: son periódicos en casi todos los niños y adolescentes.
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Trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH) no tratado: a menudo, los síntomas semejantes a los del trastorno desafiante por oposición se resuelven al tratar de manera adecuada el TDAH.
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Trastorno del estado de ánimo: la irritabilidad causada por depresión se puede distinguir del trastorno desafiante por oposición por la presencia de anhedonía y síntomas neurovegetativos (p. ej., alteración del sueño y el apetito); es fácil que estos síntomas pasen inadvertidos en los niños.
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Trastornos de ansiedad y trastorno obsesivo-compulsivo: en estos trastornos, las conductas de oposición ocurren cuando los niños tienen ansiedad abrumadora o cuando se les impide llevar a cabo sus rituales.
Tratamiento
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Tratamiento de modificación de la conducta
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A veces, fármacos
Se deben identificar y corregir los problemas subyacentes (p. ej., disfunción familiar) y los trastornos coexistentes (p. ej., TDAH). Sin embargo, aun sin medidas correctivas ni tratamiento, la mayoría de los niños con trastorno desafiante por oposición mejoran gradualmente con el tiempo.
Al principio, el tratamiento de elección para el trastorno oposicional desafiante es un programa de modificación de la conducta basado en recompensas destinado a hacer que las conductas del niño sean más adecuadas desde el punto de vista social. Muchos niños pueden beneficiarse con terapia grupal, que desarrolla las aptitudes sociales.
Algunas veces, los medicamentos utilizados para tratar los trastornos depresivos o de ansiedad (véase tabla Medicamentos para el tratamiento a largo plazo de la depresión, la ansiedad y los trastornos relacionados) pueden ser beneficiosos.
Conceptos clave
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En el trastorno de oposición desafiante, los niños típicamente pierden los estribos con frecuencia, desafían a los adultos, ignoran las reglas y molestan deliberadamente a otras personas.
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Inicialmente, use un programa de modificación de conducta basado en recompensas para hacer que los comportamientos del niño sean más apropiados socialmente; a veces, los medicamentos que se usan para tratar los trastornos depresivos y de ansiedad pueden ayudar.
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