Entendiendo los Trastornos de la Infancia / The University of Texas / Harris County Psychiatric Center
Debido a la aparente naturaleza libre de preocupaciones de sus vidas, se solía pensar que los niños no sufrían trastornos mentales y emocionales. Sin embargo, los estudios indican que los niños sufren en realidad de trastornos, que habitualmente se creían reservados a la edad adulta. Los trastornos de aprendizaje y conducta, abuso de drogas, enfermedades como el autismo, la depresión y el suicidio son comunes en nuestra población infantil.
Cuando un niño desarrolla trastornos mentales o emocionales, los padres suelen culparse a sí mismos. Sin embargo, los trastornos de la infancia son causados por una combinación de varios factores. Es importante reconocer el problema y buscar tratamiento tan pronto como sea posible. A menudo estas enfermedades pueden ser tratadas en forma efectiva, permitiendo que nuestros niños se conviertan en adultos felices y productivos.
Tipos de trastornos de la infancia.
El primer paso que hay que tomar es reconocer y comprender algunos de los trastornos comunes en los niños.
Trastornos Del Ánimo.
La depresión clínica, el trastorno maníaco depresivo (también llamado trastorno bipolar) y la manía son trastornos que causan cambios en el ánimo del niño. Se considera a la depresión como el trastorno mental más común. A menudo se la confunde con el "estar triste" y por lo tanto, no se le da el debido tratamiento. La depresión es causada por varios factores, desde desequilibrios químicos pasando por influencias ambientales, hasta los factores genéticos.
La depresión clínica hace que la gente se sienta desesperanzada, agotada o inútil. Más que cambios de ánimo, la depresión clínica puede causar problemas con el sueño, el apetito, la autoestima, las actividades cotidianas y la salud física.
El trastorno maníaco depresivo (trastorno bipolar) produce cambios de ánimo que van de la depresión profunda a la euforia anormal o "aceleramiento." La hiperactividad, ideas dispersas, fácil distracción, irritabilidad y temeridad concurren también en el trastorno bipolar durante los episodios maníacos.
Trastornos De Ansiedad.
Algunos temores son comunes en los niños. Pero cuando éstos no desaparecen con el tiempo, pueden ser signos de trastornos de ansiedad. Los trastornos de ansiedad se presentan en diferentes formas y pueden ser experimentados en forma distinta por cada persona. Pero su factor común es el sentimiento de terror constante, miedo o preocupación más allá de las reacciones normales al peligro.
Las fobias son temores irracionales a objetos o situaciones que no pueden ser superados con explicaciones o acciones racionales. No deben ser confundidas con los temores infantiles normales que pasan con el tiempo, como el miedo a la oscuridad, ya que las fobias son tan severas que dificultan la vida normal de la víctima.
Las fobias específicas son normalmente temores a objetos o situaciones particulares. Las más comunes son los temores a los animales, a las alturas, miedo a los lugares cerrados y miedo a volar en avión.
Las fobias sociales hacen que la gente tenga miedo de ser vista o humillada mientras realiza una actividad de naturaleza social, como comer o dar un discurso, debido a la expectativa de una evaluación negativa. Algunas personas con fobias sociales temen y evitan todo contacto con otros.
Las personas con agorafobia a menudo tienen ataques de pánico y temen encontrarse en situaciones en las cuales no pueden obtener ayuda o de las cuales no pueden escapar. A menudo, este miedo paralizante causa que las víctimas permanezcan aisladas en sus hogares.
El trastorno de ansiedad de separación está marcado por una ansiedad intensa o pánico cuando el niño es separado de sus padres u otras personas amadas. Este trastorno puede resultar tan drástico como para perturbar las actividades normales. A menudo los niños con trastorno de ansiedad de separación se pegarán a sus padres o tratarán de permanecer cerca de ellos donde sea que éstos vayan. Pueden negarse a jugar fuera, a pasar la noche con un amigo, e incluso a salir a hacer mandados. Este trastorno también se caracteriza por molestias físicas como dolores de cabeza, nausea y vómitos, pudiendo presentarse también palpitaciones cardíacas y mareos. La ansiedad de separación puede explicar por qué algunos niños se niegan a ir a la escuela.
Los trastornos de la conducta son considerados el mayor grupo de enfermedades psiquiátricas de los niños. A menudo comienzan antes de la adolescencia y sus síntomas son confundidos con la delincuencia juvenil o con la confusión propia del crecimiento. Algunos comportamientos comunes son el robo, la mentira constante, la crueldad, la destrucción deliberada de la propiedad, peleas (con o sin armas) e incluso la violación.
Existen muchos estudios acerca de las causas biológicas, psicológicas y sociológicas de los trastornos de la conducta, pero como en el caso de muchos otros trastornos, los trastornos de la conducta posiblemente sean causados por varios factores. Los trastornos de la conducta no pasarán con la edad, y por lo tanto su tratamiento es fundamental.
Trastorno De Falta De Atención.
El trastorno de falta de atención afecta la capacidad de los niños de concentrarse, aprender y mantener un nivel de actividad normal. La actividad excesiva, la impaciencia, la distracción constante, el cambio de una actividad a otra y el sueño agitado son comunes en el trastorno de falta de atención. Sin embargo, estos comportamientos pueden desarrollarse como resultado de otros problemas tales como la incapacidad de ver u oír adecuadamente u otras enfermedades físicas o emocionales. Un médico debe llevar a cabo un examen exhaustivo para diagnosticar el trastorno de falta de atención y/o descartar otros problemas posibles.
Autismo.
El autismo es el más obstaculizante de los trastornos del desarrollo extendidos: una serie de trastornos que afectan las capacidades intelectuales, las respuestas a los sentidos, y la capacidad de comunicarse. Los niños autistas no pueden desarrollar relaciones normales con los demás, ni siquiera con sus padres. Durante las primeras etapas de la infancia pueden resistirse a las muestras de afecto o pegarse permanentemente a alguien. A medida que crecen, pueden no buscar que los reconforten cuando se hieren y por lo general, preferirán jugar solos. Los niños autistas tienen dificultad para comunicarse porque no desarrollan habilidades lingüísticas. Pueden no utilizar las palabras en forma correcta, o pueden desarrollar un lenguaje propio.
A veces, los niños autistas pasan por períodos de movimientos corporales repetitivos. Pueden preocuparse o relacionarse en forma extrema con, objetos específicos. Los niños autistas generalmente necesitan orden en su ambiente y suelen seguir rutinas estrictas.
Indicios y Síntomas.
Los niños que sufren trastornos mentales o emocionales pueden mostrar uno o más de los siguientes comportamientos:
Hablar de suicidio o amenazar a otros
Mostrar sentimientos prolongados de tensión o ansiedad intensa
Tener cambios súbitos en los hábitos alimenticios y/o de sueño
Tener pensamientos y habla atípicos
Mostrar cambios de ánimo y comportamiento súbitos y/o drásticos
Buscar el aislamiento de los amigos y la familia
Mostrar falta de interés en sus actividades favoritas
Sufrir la falta de energía
Tener molestias físicas que ocurren aparentemente sin causa
Tratamientos.
Los profesionales de la salud mental brindan una amplia gama de terapias y tratamientos efectivos, basándose en avances significativos en los procedimientos y tecnologías disponibles. Tal como las enfermedades mentales de los adultos, los trastornos de la infancia generalmente necesitan una combinación de terapias de apoyo y de medicación ya sea en el hospital o como pacientes externos.
Normalmente se prescribe medicación para trastornos de la infancia y ésta ha demostrado ser una herramienta cada vez más efectiva. Este tipo de tratamiento necesita de una cuidadosa supervisión por parte de un médico y está dirigida a corregir los desequilibrios químicos asociados con estos trastornos. Como todos los fármacos, estos medicamentos pueden tener efectos secundarios.
La psicoterapia enfoca la respuesta emocional de los trastornos de la infancia. Enfrentarse con eventos dificultosos de la vida es particularmente difícil para los niños que sufren enfermedades mentales o emocionales. Los psicoterapeutas ayudan a los niños a comprender sus emociones y a tratar sus problemas de un modo más confiado y saludable.
Entre las terapias de apoyo se encuentran un número de actividades designadas para mejorar el tratamiento de los trastornos de la infancia.
Los tratamientos de medicación, psicoterapia y terapias de apoyo más exitosos están diseñados de acuerdo con las necesidades individuales del niño bajo la supervisión permanente de un psiquiatra -un médico que se especializa en trastornos de la infancia.
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