¿Cuál es la diferencia entre inatención y distracción?

Por Jenn Osen-Foss

 

La inatención y la distracción van de la mano. De hecho, los niños que son inatentos o desatentos, por lo general son descritos como “distraídos”. A su vez, los niños que son distraídos son, por lo general, descritos como teniendo dificultad para prestar atención. Esto significa que estos dos términos están describiendo, básicamente la misma cosa, ¿no? No, no realmente.

Los niños que son desatentos parece que no pueden prestar atención. Los padres y los maestros con frecuencia describen a estos niños utilizando palabras como “descuidados,” “negligentes,” “distraídos,” o “soñadores”.

El término “distracción” se refiere a los niños que pueden comenzar a concentrarse en una actividad, pero rápidamente pierden el foco. Es decir, la atención de estos niños puede ser fácilmente desviada. Ellos se distraen por estímulos del exterior o, incluso, por sus propios pensamientos. Muchas veces la inatención puede ser la consecuencia de ser distraído.

Por muchos años he trabajado con niños que eran inatentos pero no distraídos. Estos estudiantes, tenían dificultades para lograr terminar sus trabajos, los cuales estaban al alcance de sus capacidades. Por lo general entregaban los trabajos incompletos o realizados de un modo muy descuidado. Yo noté que si la tarea tenía una gran cantidad de pasos para seguir, esos niños no podían completarla correctamente.

Como padre o madre, usted quizás tenga una experiencia similar. Tal vez un día usted le da a su hijo una lista de cuatro cosas para hacer en la casa y que deben de ser completadas antes de la hora de la cena. Cuando usted fue a ver, su hijo le dijo que ya había terminado, sin embargo, solamente terminó dos de las cuatro cosas de la lista y no guardó el material de limpieza que utilizó.

Las estrategias de una mejor comunicación pueden llegar a hacer una gran diferencia con el problema de la inatención. Estas estrategias, incluso, pueden ayudar a disminuir un poco el nivel de frustración. Los padres muchas veces no pueden entender por qué sus hijos parecen estar escuchando sus instrucciones, pero no las llevan a cabo.

Con los niños distraídos es, por lo general, más fácil ver cuando ellos se distraen. Ellos suelen cambiar el tema en el medio de una oración o, repentinamente, pueden darse vuelta para mirar por la ventana a un pajarito que está cantando. Sencillamente no pueden estar concentrados en sus trabajos si hay el más mínimo ruido o estímulo visual que interfiera.

Usted podría ver esto en su casa, siguiendo con el tema de las tareas en la casa, cuando usted le pide a su hijo que vacíe el lavaplatos, y quince minutos después la encuentra comiendo una fruta del frutero que está cerca del lavaplatos y el lavaplatos medio vacío.

Otro ejemplo que los padres podrían ver, es cuando ellos les piden a sus hijos que se preparen para ir a dormir, pero luego les encuentran en el baño jugando con sus teléfonos en vez de estar lavándose los dientes y preparándose para ir a dormir.

Los niños que son desatentos o fácilmente de ser distraídos, podrían estar sobre estimulados por el ruido de fondo y otra información sensorial a diferencia de otros niños. Para ayudarles, limite el tiempo que utilizan para trabajar en áreas de su casa donde hay mucha actividad o con mucho ruido y movimientos alrededor de ellos.

Usted puede tratar de prevenir la inatención y ayudar a su hijo a que vuelva a concentrarse en lo que estaba haciendo. Aliéntelo a que utilice una lista de verificación y planificadores diarios. Esté preparado para volver a dirigir a su hijo a su tarea, ya sean tareas de la casa o de la escuela.

Acerca del autor

Jenn Osen-Foss capacita educadores en el uso de instrucción diferenciada, intervenciones y coplanificación.

 

 

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